La Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) y sus 54 Bancos de Alimentos asociados prestarán asistencia a 13.277 personas a lo largo de un año gracias a la donación de 3,8 millones de euros realizada por UNESPA (Asociación Empresarial del Seguro) en nombre de 107 aseguradoras. Se estima que serán repartidos 3,6 millones de kilos de alimentos y otros productos de primera necesidad. O lo que es lo mismo, 14,3 millones de raciones. En el marco del programa Estar Preparados (para estar más seguros), el sector asegurador trata de paliar las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19 en España.
Antes del inicio de la pandemia por la COVID-19, los 54 Bancos de Alimentos asociados a FESBAL atendían a 1.050.000 beneficiarios. Al finalizar el año 2020, se terminaron atendiendo a 1.560.000 personas de las cuales, más de 300.000 son niños y niñas de 0 a 15 años. Para hacer frente a esta situación, desde FESBAL y los Bancos de Alimentos asociados, pusieron en marcha el programa Emergencia alimentaria COVID-19. El objetivo de este proyecto es la compra de alimentos, su distribución entre los Bancos de Alimentos y posterior reparto entre Entidades Benéficas locales. Éstas son quienes se ocupan de distribuirlos entre los más desfavorecidos.
El año 2021 avanza y la demanda de ayuda de alimentos continúa, es por ello que, desde la Federación Española de Bancos de Alimentos, se realizan llamamientos a toda la ciudadanía, así como a entidades públicas y privadas para que continúen colaborando con los Bancos de Alimentos y que éstos puedan realizar su labor y ayudar a las personas que más lo necesitan.
Como respuesta, 107 aseguradoras, coordinadas por UNESPA han destinado un fondo de ayuda para los 54 Bancos de Alimentos asociados a FESBAL que servirá para dar apoyo a 5.311 familias repartidas por todo el país a lo largo de un año. Cabe destacar que los receptores de estas ayudas ya no son sólo personas de rentas bajas. El perfil se ha ampliado a causa de la situación generada por la COVID-19 y, actualmente, acuden por esta ayuda personas de rentas medias-bajas, de hogares monoparentales, parejas jóvenes, trabajadores que se encuentran en expedientes de regulación de empleo temporales o definitivos (ERTE y ERE), profesionales autónomos cuya actividad ha caído drásticamente, etc. Muchos son nuevos beneficiarios que jamás en su vida pensaron que tendrían que acudir por ayuda de alimentos
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